Basile decí alpiste... (Por El Vasco Viejo)


Perú no clasificará al Mundial de Sudáfrica. Eso lo saben todos. El equipo incaico seguirá formando parte de ese gran grupo de excluidos de la mayor cita futbolística mundial. Argentina sí clasificará para el próximo mundial ya casi por una cuestión geográfica (qué pasaría si Argentina estuviera en Europa?). Y con ese mínimo mérito de haberse clasificado, seguramente soñará en 2010, audaz, con ganar la Copa ante rivales como Alemania, Italia, Brasil, Inglaterra o España. Porque los argentinos somos así: ingenuos y soñadores. Mañana clasificaremos al mundial por el peso de las individualidades, y pensaremos que por eso ya somos capaces de alzarnos la copa. Pero en el camino, a quién le ganamos? Ni siquiera a Paraguay, a Perú ni a Chile. Basta con retrotraerse a un señor llamado Bielsa que ganó la mejor eliminatoria de la historia, y luego? Un mundial de silencio y fracaso.
Pero los sueños, de dónde vienen? Pueden soñarse así porque sí con tanta impunidad? Acaso una selección como la que vimos ayer ante Perú puede dignarse a soñar en algo? Hoy, muchos dicen que ya sería un sueño hecho realidad el clasificar al Mundial… (Argentina cayó al cuarto puesto de la tabla) si no se cambia a tiempo. Pero cambiar… cambiar qué? (La nota conitnúa hace click en leer todo)

La selección Argentina ya lleva cinco partidos sin poder ganar. Esa misma selección que tiene a Agüero, Messi, Riquelme, Tevez y Mascherano en sus filas; jugadores, por citar algunos, que medio mundo querría tener en sus selecciones. Argentina los tiene y los desperdicia. Será una cuestión de idiosincrasia en un país acostumbrado a las riquezas naturales desaprovechadas? Nadie se explica cómo aquí, con tanta producción de granos y alimentos, haya gente que pase hambre. Tampoco nadie se explica tanta riqueza individual y tanta pobreza de equipo, en lo futbolístico. Será una manera de ser; o es que no hay quién los guíe a los pibitos? O el que los guía los guía mal?
Decíamos, cinco partidos sin ganar. Una racha la puede tener cualquiera. Pero lo preocupante es otra cosa: la falta de ideas, de juego colectivo, de estrategia. Argentina se ha convertido en un grupúsculo de hombres apresurados, corriendo mucho sin saber muy bien adónde, tirando la pelota a cualquier parte para ver si algún avispado Cambiasso podrá empujarla casi sin querer adentro del arco. Preocupa aún más, que ni siquiera pueda mantener una ventaja venida del cielo durante 8 minutos y dejarse empatar porque sí. Peor es que su técnico, Alfio Basile, se haya pasado todo el partido pidiendo amarillas al árbitro, protestando continuamente y juntando las manos al cielo en modo de protesta. No se lo vio dar ni una sola indicación en el peor partido de los argentinos en mucho tiempo. Y más: el jugador que él mismo eligió en el medio campo, Jonás Gutierrez, se lesionó por olvidarse la pelota mientras corría detrás de ella. No por una falta, o un accidente. Se olvidó el balón, y al volver a buscarlo, forzó un choque que lo llevó al vestuario. De eso, Abbondanzieri y Heinze saben mucho.
El otro cambio llegó recién a los 25 minutos del segundo tiempo. Es decir que para Basile, durante los primeros 70 minutos de partido (más de la mitad!) Argentina no necesitó modificar nada en su juego. Nada! Estará bien Basile? Tendrá algún problema de salud, familiar o personal? O simplemente es un viejo mediocre, de pura cepa dirigente del fútbol argentino, al mejor estilo Grondona?
Encima, el cambio fue delantero por delantero (Denis por Agüero), es decir, un cambio táctico y no estratégico; cuando Argentina lo que más necesitaba y necesita es un estratega; ésa es su máxima carencia. Porque Riquelme se ha convertido en un mal dador de pelotas. Está comprobado estadisticamente que el 88 % de sus pases no llegan a destino. Y Argentina eso lo sufre. Además de su lentitud, de su falta de ritmo y de no hacer absolutamente nada más. Basile se cansó de decir que la selección tiene su eje fundamental en este jugador. Así se explican muchas cosas ya. Por eso estamos como estamos.
El nivel de juego argentino viene cayendo en picada; se ha convertido en un equipo absolutamente previsible, y de esta manera, cualquier rival le saca ventajas. Así es como ayer un empate en Lima ante una selección que nunca clasificará a un mundial, parece ser algo positivo. Un puntito que sirve para sumar, como dirán algunos seguramente en las crónicas de mañana.
Pero quizás lo peor de todo es la persistencia en el error. De todo lo anterior y de esto, hay un solo culpable: Alfio Basile. Alguien que tiene oro en bruto entre sus manos y que de él sólo obtiene baratijas, no puede conducir la selección. Junto a él, debe irse calladito y sin chistar el señor Riquelme: ha demostrado sobradamente que ya no es un jugador de selección. El resto del equipo tendrá sus cosas buenas y malas, como todos. Dependerá del futuro técnico si ese oro en bruto que es el equipo… puede volver a brillar.

Calificación. Uno x Uno
Carrizo: llegó para quedarse. Transmite seguridad y ataja pelotas increíbles que salvan al equipo del fiasco. Su techo es inconmensurable. Parece que finalmente, después de Pumpido, la selección encontró un arquero en serio.
Collocini: no gravitó en el encuentro.
De Michelis: jugó un buen partido, aunque lejos de su nivel habitual. Condujo bien la línea de tres y de a poco se está transformando en el capitan de la defensa.
Cata Díaz: lo mejor es su garra y fortaleza, aunque carezca de elegancia al jugar. Fue un buen engranaje y apoyo a la defensa. Sus desbordes no ocasionaron peligro, y demoró un poco al bajar.
Zanetti: muy sólo sobre el lateral.- Mostró voluntad y actitud habituales, pero le faltó un socio. Corría en medio del desierto.
Gago: el pibe de a poco se va acomodando a la selección y esa camiseta cada vez le queda mejor. Si Basile lo hubiera ubicado mejor en el campo, hubiera sido más útil al equipo. Aún así, fue de lo mejorcito. Dio el pase gol a Cambiasso. Entre tanta mediocridad, no es poco.
Riquelme: hace tiempo que no llega ni al aceptable. Dejó de ser jugador de selección. Lo peor de todo es que el equipo lo sufre muchísimo. Tiene que decir adiós.
Cambiasso: muy desordenado y desubicado en el campo. Como todo el medio campo, corrió a ciegas sin encontrar juego. Metió un gol en conjunto con el defensor peruano.
Battaglia: buen partido de este jugador. Si tiene continuidad en la selección, puede andar mucho mejor.
Agüero: muy solo allá adelante. Fue víctima de la falta de estrategia de Basile. No se le puede achacar nada, pese a que hizo un pésimo partido.
Messi: otro que estuvo solo. Si la selección jugara un poquito más para él y menos para Riquelme, seguramente todo sería diferente. Lo negativo: aún así, a veces hay que soltar la pelota Lio.
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